Sustancias tóxicas en comida rápida

La comida rápida o fast food puede definirse como cualquier artículo comestible obtenido en un expendio de comidas sin servicio de camarero o en cualquier tipo de pizzería.

La ingestión de este tipo de comidas pudiera exponer a sus consumidores a determinadas sustancias químicas conocidas comoftalatos, potencialmente perjudiciales para la salud.

Quienes comen habitualmente este tipo de comestibles pueden tener en sus orinas unos niveles de ftalatos entre un 24 y un 40 % más elevado en relación con quienes raras veces se alimentan de las también llamadas “comidas para llevar”.

HALLAZGOS PREOCUPANTES

En una investigación realizada en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Washington, y publicada en la revista Environmental Health Perspectives, fueron halladas asociaciones estadísticamente significativas entre la cantidad consumida de comidas rápidas en las últimas 24 horas y los niveles corporales de dos tipos de ftalatos en los cuerpos de esas personas. Dichos ftalatos fueron el di(2-etilhexil) ftalato (DEHP) y el diisononilftalato (DiNP).

Las industrias usan esas sustancias para fabricar plásticos más flexibles. Se pueden encontrar en una amplia variedad de envases para la comida y en la maquinaria utilizada para fabricarlas.

ANTECEDENTES POCO RECOMENDABLES

Hace algún tiempo el Congreso de los Estados Unidos prohibió permanentemente el uso de DEHP en los juguetes, biberones y chupetes de los niños, y también prohibió temporalmente el DiNP para los mismos usos.

Estas restricciones fueron motivadas por la preocupación de que los ftalatos puedan afectar al desarrollo del sistema reproductivo masculino. Además, estas sustancias también se han vinculado con defectos congénitos, problemas conductuales de la niñez y enfermedades pediátricas crónicas, como el asma.

MEDIOS DE LLEGADA

Los dos ftalatos mencionados pueden mezclarse con la comida rápida durante el tiempo de su procesamiento.

Dichos poco felices compuestos químicos también pueden alcanzar la comida desde sus envases, tanto antes como después de haberse cocinado.

Incluso, los guantes de vinilo utilizados por los empleados de los sitios de confección y expendio de comida rápida, dispuestos con el buen fin de una mayor higiene al impedir la contaminación de los alimentos, también pueden contener ftalatos.

¿QUIÉNES CLASIFICAN?

Según la investigación, fueron considerados como consumidores empedernidos de comida rápida quienes ingirieron más del 35 % de sus calorías diarias de esos productos de manera consuetudinaria.

Quienes contribuyen más activamente a la exposición a los ftalatos se incluyeron los granos de una amplia variedad de productos como el pan, los pasteles, las pizzas y los espaguetis y fideos: así como también los productos cárnicos de diferentes variedades y los platos de arroz.

¿CÓMO EVADIRLOS?

La mejor manera de disminuir la ingestión de ftalatos consiste en reducir al máximo el consumo de alimentos procesados en las cafeterías y restaurantes de comida rápida, donde habitualmente no se utiliza nada fresco.

Estos sitios se erigen en la plataforma donde se expenden productos comestibles muy ricos en calorías y muy pobres en nutrientes, para perjuicio de la salud y de la figura cada vez más gorda de sus clientes habituales. Ahora se suma el asunto de los ftalatos.

Las mujeres embarazadas deben limitar o eliminar la comida rápida de la dieta para evitar el riesgo de afectaciones del desarrollo fetal debido a los ftalatos. El principal periodo de riesgo parece ser a principios del embarazo.

El sentido común de cada persona será la brújula orientadora para la selección de los alimentos a consumir por ellos y por sus familiares más queridos.